domingo, 10 de diciembre de 2017

Una sonrisa incierta



Bajo el paradójico nombre The The, cuya traducción podría ser Los Los, se esconde un genio del pop llamado Matt Johnson. Tras múltiples tentativas en solitario grabó uno de los más maravillosos álbumes de synth-pop de los 80, Soul Mining. No sólo por alguna de sus extraordinarias melodías, el disco me tiene enganchado todavía por algunas de sus certeras letras. ¡Cuánto me ha acompañado This is the day! [1]. Con una sabiduría poco común se preguntaba en Giant, la canción que cierra el lp, “¿Cómo puede alguien conocerme / si ni siquiera me conozco yo?”. Grandes singles, grandes canciones como Uncertain smile. No me extraña que me haya levantado con esta canción en la cabeza.
                Sonrisa incierta. ¡Qué sugestivo título! No sólo es atractiva la sonrisa, también influye esa sensación de incertidumbre, que no es más que un riesgo cierto. Los niveles que somos capaces de tolerar en cuanto a la incertidumbre dependen en último caso de la personalidad concreta de cada cual, pero, como insisten muchos sociólogos actuales, también hay sociedades más propensas al riesgo y otras que procuran reducir el margen que nos depara el futuro a los menores límites posibles. Hay sociedades en las que prima la repetición del pasado y se recela de toda novedad. En la nuestra, según parece, el cambio es el motor de un progreso seguro. La inseguridad es un valor al alza. Los negocios que son capaces de asumir mayores riesgos son los que proporcionan mayor rentabilidad. La creatividad, según un místico anuncio de bebidas alcohólicas, es salirse de lo establecido. Nadie ha hecho una obra maestra, sostiene, repitiendo lo que han hecho los demás.
                Dejando de lado lo ridículo que resulta tanta parafernalia filosófica que incita a salir de la zona de confort para anunciar una simple bebida, hay que hacer notar que el ejemplo visual que se ofrece es un ejemplo bocabajo de action painting, de dripping popularizado por Jackson Pollock. La innovación como valor en el arte es sólo una de las maneras de entender el valor de una pieza artística. Las vanguardias, ese fugaz movimiento que pugnaba por ser los primeros en probar una técnica, una filosofía, un tema…, tuvieron su momento y recuperar su filosofía no deja de ser un revival. En realidad, prácticamente toda la historia del arte ha tenido como finalidad recuperar el arte de los antiguos, repetir los mismos temas, con las mismas técnicas, encajarse en una tradición. En un sentido machadiano, más originales que novedosos.
                Para el sistema económico y social que se nos avecina, parece sensato acomodarse a una inseguridad constante, a un cambio eterno, a un aprendizaje continuo porque ya nada está pensado para durar, ni la ropa, los muebles, los puestos de trabajo, las ideas filosóficas… Y más nos vale irnos acostumbrando al cambio y la incertidumbre. Luchar por la seguridad en el trabajo o para el medio ambiente se está convirtiendo en un nuevo conservadurismo. Los conservacionistas acaban en el mismo saco que los sindicalistas que reclaman un puesto de trabajo para toda la vida, unas pensiones aseguradas, una sanidad sin sobresaltos… Todos son tachados de reaccionarios, mentes estrechas incapaces de adaptarse a los cambios. En cierta manera, perezosos que se acomodan. Ya se ha convertido en un tópico repetir con del manifiesto comunista, que todo lo sólido se desvanece en el aire, de Marshall Berman a Antonio Muñoz Molina.
                Fernando Broncano lo ha explicado mejor esta semana en su blog, además de los valores indiscutibles de libertad e igualdad, los seres humanos necesitamos una seguridad. Atentar contra esa seguridad, hacer dudar sobre las certezas del futuro es un arma poderosa para hacer más acomodaticios a los trabajadores, una manera de mover los objetivos de la diana política. Mientras que se habla del cambio y la crisis como oportunidad, aquellos que son los perdedores, los descontentos de la modernidad como los llamó Bauman, se vuelcan contra los que más cerca ponen en peligro sus formas de vida: emigrantes, políticos, sindicalistas ineficaces… El populismo, por ejemplo, puede surgir de ahí. Los mensajes catastrofistas de una parte de la izquierda no han hecho sino aumentar la agitación hacia la incertidumbre.
                Podría todo esto estar relacionado con la vuelta a las tradiciones, a esos bucles melancólicos que tanto gustan a los nacionalistas, a nuevas formas de socialidad que recuperen parte del tejido social que está en peligro. Lo mismo, pero de otro modo. Las nuevas tecnologías al servicio de causas del pasado.
                Por otra parte, se ha creado una desconfianza radical hacia las bondades de los proyectos, ya sean tecnológicos o utópicos. Se rechazan los edenes que se prometen, prefiriéndose lo malo conocido. La capacidad de ilusión de los proyectos políticos está en franca decadencia. No hay más que ver el escaso eco que la celebración de la revolución rusa está teniendo. Ni siquiera una ola de revisionismo que distinguiera una “buena” revolución de los excesos estatalistas y estalinistas, como sucedió con la revolución francesa en su momento. La motivación política, el catalizador en estos momentos tiene la forma de un reactivo, una reacción, “indignaos”, la protesta, “no nos representan” … Del futuro no puede venir nada bueno como no ha venido nada bueno del pasado. Nos mienten ahora y nos mentirán en el futuro.
                No me extraña que desde los programas del corazón se haya puesto de moda decir, cuando algo no es verdad, no que es falso, sino que es incierto. Lo incierto, aquello de lo que no tenemos la certeza, es, ciertamente, lo falso.


[1] (You could've done anything / If you'd wanted / And all your friends and family / Think that you're lucky / But the side of you they'll never see / Is when you're left alone with the memories / That hold your life / Together like / Glue. Podías haber hecho cualquier cosa / si hubieras querido / y todos tus amigos y familia / piensan que tienes suerte / pero la parte de ti que nunca ven / es cuando quedas a solas con los recuerdos / que mantienen tu vida / pegada como / pegamento).

3 comentarios:

  1. Aunque tienes razón en tus comentarios, cómo siempre cargados de ironía, este texto es difícil de entender. Lo he tenido que leer varias veces. De todas formas gracias por aportar tu visión.

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  2. Gracias por la recomendacion musical, el disco esta muy bien.

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  3. Sería posible que además de deleitarnos con tus "escritos" con recomendaciones musicales?

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